lunes, 22 de septiembre de 2014

La Realidad en una Cuchara


Una vez me dijeron: "Si no comes la realidad no hay postre". Desde entonces siempre tengo a mano una cuchara.

                                                     Nora Ibarra
                                      Curitiba - Brasil, septiembre 2014

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cherie



                           A la memoria de mi mamá Nelly Arroyo

Vino al mundo una madrugada de Carnaval. Su primer llanto se confundió con la algarabia patética de las comparsas que desfilaban en el corso instalado a pocas cuadras de la casa donde acababa de nacer.
Lilly, su mamá influenciada por su hermano, quien estaba enamorado de una bailarina francesa, la llamó Cherie.
Somos el deseo de nuestros padres y cargamos con sus frustraciones sin saberlo. Lilly deseó para su hija que nunca creciese, para poder protegerla de los peligros y sinsabores de la vida. De esta manera Lilly cambió las muñecas de porcelana por su nena de carne y hueso. La juventud, la falta de instrucción y el egocentrismo hicieron que esta jovencita de diecisiete años creyera que estaba en lo correcto.
Desde temprano Cherie tuvo problemas para aprender. No por falta de inteligencia si no tal vez porque su intución le decía que esa era la mejor manera de congeniar y agradar a su madre.
Pasaron los años, el cuerpo de Cherie reveló curvas insinuantes colmadas de sensualidad.  Dueña de un atractivo que pocas mujeres poseían,  su alma conservaba la ingenuidad y la picardía de una niña.
Lilly le advirtió que tuviera cuidado en no convertirse  en "la madre de los hombres".
Ella no la escuchó. Convencida que su misión en el mundo era dar amor sin esperar recibir, se entregó  por entero  sin importarle las consecuencias.
Después de trece años, dos hijos e incontables abortos, se separó del marido y volvió a casa de su madre. Fue la hija  que desantendió las enseñanzas.
 Cherie padecía de miedo . Un miedo grande como un gigante color violeta que la asediaba desde pequeña  en las pesadillas.
Le asustaba la soledad. Buscaba afanosamente  completarse a través del otro o de otros. No conseguía pensar que esta es una amiga silenciosa que nos acompaña en el recorrido de la vida.
 Quedaba en pánico cuando pensaba  que el perfeccionismo materno podía alcanzarla y que un dia se descubriese fria y sin placer igual que Lilly. Para ella esto significaba estar muerta en vida.
Cuando comenzó a trabajar en el hospital conoció a Honoria, una mujer hábil y nada ingenuaque la llevó a festejar el primer sueldo que recibió a un casino clandestino.
La suerte de principiante la favoreció tres veces triplicando el dinero apostado. El infortunio le arrebató el salario del mes. Al volver a casa le mintió a Lilly. Le contó que en el colectivo le habían robado lo que acababa de cobrar.

                                          (continúa)