sábado, 11 de abril de 2015

Alma Femenina



Destilaba sensualidad. Era un alma femenina en un cuerpo de hombre. Llevaba la emoción amarrada al sexto sentido. Lo veía deambular ensimismado de un lado a otro. Cada tanto reparaba en mí. Me espiaba de soslayo como para cerciorarse que yo permanecía allí, contemplandolo inmutable. En tanto todo mi ser sucumbía de deseo. No solo ansiaba acariciarlo sino también quería beber su esencia gota a gota hasta absorberlo entero, sin piedad. Creo que él me correspondía. Existía cierta complicidad entre los dos. Gestos apenas imperceptibles. El constante reflejo en los ojos del otro.
Mi fervor por poseerlo crecía a cada instante. Languidecía en el anhelo por recorrer cada centímetro de su piel sin importarme quedar atrapada en la nebulosa de los sentidos. Un día no pude más y se lo dije.
-Necesito acariciarte
-Lo sé. Yo también- respondió
- Entonces...-balbucee
-No podemos...no debemos...
-Por qué? - pregunté

Un silencio único abrazó el aire. Después le escuché decir

- Podemos estallar!

                                                         Nora Ibarra
                                                   Curitiba-Brasil. Abril 2015



1 comentario:

  1. muy bueno , y si despues de tanto desear se estallla asi de facil !!!

    ResponderEliminar