jueves, 11 de abril de 2013

Jitanjáforas

Relato Publicado en Periódico Irreverentes: http://periodicoirreverentes.org/2013/10/24/jitanjaforas/ 


                                                                   Filiflama alabe cundre
                                                                    Ala alalúnea alífera
                                                                    Alveolea jitanjáfora
                                                                    Liris salumba salífera
                                                                                     Mariano Brüll                                                               
En su cuerpo robusto y compacto se escondía un niño, por momentos travieso, por momentos ingenuo y casi siempre cruel.

Había comenzado a escribir a partir de la muerte de sus padres quienes fallecieron en un trágico accidente automovilístico.
Su afán de escribir era compulsivo y febril, con la imperiosa necesidad de capturar las palabras, adueñarse de ellas para que no lo pudieran abandonar.
Todo marchaba sobre rieles en su vida hasta que aquella mañana apareció Amanda. Él intuyo desde un principio el peligro .
Precisaba una secretaria. Su amiga Alicia le envió su vecina que estaba sin trabajo, le había dicho
 "Es buenita, no tiene familia y necesita trabajar".
Cuando Amanda entró por la puerta de su negocio, supo que habría problemas. Era joven. linda y en la entrevista demostró sagacidad. En el afán de seducirla comenzó a leerle sus escritos literarios. Cuando finalizó la lectura la chica le dijo
 - Usted escribe enroscado y dificil, me hace acordar a Fastraslafra... aquel personaje de la tele. A ese estilo de hablar lo llaman Jitanjáforas, son palabras que no significan nada pero suenan simpáticas y musicales al oirlas-
Cuando terminó hablar se levantó y salió caminando moviendo las caderas con total desparpajo. quedó inmovilizado...No lo podía creer!...Quién era esa criatura inquieta y sin principio de autoridad?...Por qué no la deslumbraron sus dotes literarios como a las otras? Habló con su amiga Alicia le contó que Amanda era demasiado extrovertida...excesivamente simpática. 
Alicia respondió - Amanda es un encanto. Buena persona, amable con los clientes...qué más quieres?-
-No le gusta como escribo- agregó él con vos compungida, como un niño al que le arrebatan su chocolate preferido
-Eso tiene solución. No le muestres tus escritos-concluyó Alicia
Esa tarde escuchó a Amanda reir. Se asomó a la puerta del escritorio de ella y la vio leyendo un cuento de él. cuando la chica terminó de leer, soltó una carcajada y exclamó - Puro frastraslafra y ni sagrapa el calimestrol, jajajaja-
Él quedó petrificado contra la pared. Esperó que Amanda saliese y fue corriendo a beber agua. Y después salió del escritorio. Cuando la chica volvió encontró una nota que decía "Amanda, no me sentí bien. Ma fui a mi casa".
Los meses transcurrieron. Él escribiendo y la chica riendo. Una mañana la vio llegar llorando. Le alcanzó un vaso con agua y azúcar para tratar de calmarla. Más calma, ella le contó
-Me desalojaron de la casa que heredé de mis padres. Debía muchos impuestos y la municipalidad se apropió de ella. No tengo donde vivir-dijo soltando el llanto nuevamente
Él respondió - calma Amanda, creo que tengo la solución. Debajo de estas oficinas hay un sótano con todas las comodidades. Tiene baño, está pintado y embaldosado. Hayun escritorio allí con mi máquina de escribir y  hasta tiene un sofá que se hace cama. Puedes quedarte allí hasta que consigas un lugar-
A Amanda se le iluminó el rostro y le respondió
-No sé como agradecerle...es usted tan gentil...y yo siempre riéndome de sus escritos...-
-Eso no importa ahora...Quieres bajar a conocerlo?-
-Sí, claro-
-Baja tú primero que yo tengo que hacer una llamada telefónica. La luz está en la pared, a la derecha, al bajar el último escalón-
-Está bien- dijo Amanda y comenzó a  bajar a tientas los escalones hasta llegar al último. Al encender la luz exclamó sorprendida
-Esto es fabuloso!-
Fue en ese instante que el marco pesado de un cuadro le dio sobre la nuca, una...dos...tres...hasta cinco veces. Los golpes acabaron en segundos con la vida de la chica.
Una vez arriba, él no paraba de tembrar. En fin...había muchas maneras de justificar los hechos. Tendría que pensar en alguna explicación...Que ella al bajar los escalones resbaló por las escaleras...que el clavo que sostenía el cuadro del abuelo se aflojó de la pared... En fin...habría muchas maneras de evitar sospechas. Eso sí, nunca  más le iban a llamar de Frastraslafra.

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