miércoles, 17 de abril de 2013

Fragmento de mi Cuento Llegó el Circo



Gertrudis sufría de insomnio y acostumbraba a pasar las noches en su poltrona de cuero, al lado del hogar a leños y frente al ventanal por el que divisaba el bosque de eucaliptus y la jaula de Mauro.
Fue una de esas noches que comenzó a ver sombras abultadas, o mejor dicho, bultos oscuros semejantes a nubes negras moviéndose con la velocidad del viento. Rodeaban la jaula de Mauro y se iban con la misma velocidad que habían llegado.
Sucedió durante diez dias todas la noches. Hasta que un día fueron a su casa. Los vio por el ventanal y escuchó los ladridos de Sultán, su perro guardián...

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